El Silencio de los Corderos

Este 7 de diciembre, fecha en la que los nios de Colombia comienzan a celebrar la navidad con la noche de las velitas, el pas se lamenta de los 18,000 nios que son secuestrados, violados y asesinados cada ao en el pas.

Esta trgica realidad sacudi de nuevo a los colombianos el pasado domingo, a raz del asesinato a sangre fra de Yuliana Andrea Samboni, una nia de 7 aos de edad que fue raptada por un depredador de menores en un humilde barrio de Bogot.

El crimen ha generado una ola de indignacion y rechazo en toda la nacin, la comunidad se ha unido a travs de las redes sociales y de manifestaciones en las calles de Bogot para expresar su repudio y exigir justicia.

El cuerpo sin vida de Yuliana, fue encontrado el pasado domingo escondido debajo de un jacuzzi en el apartamento de Rafael Uribe Noguera, un conocido arquitecto de Bogot y miembro de una prestante familia de la capital.

Uribe Noguera ha sido vinculado por las autoridades como presunto responsable del crimen, ya que segn versiones de testigos y videos de cmaras de seguridad obtenidos por las autoridades, el hombre habra hecho visitas anteriores al barrio donde viva la menor, hasta que el pasado domingo la rapto cuando ella se desplazaba por la calle con otro menor de edad.

Segn las autoridades, Yuliana fue golpeada, violada y estrangulada. El cuerpo fue lavado y baado en aceite para ocultar la evidencia, segn el propio Fiscal General de la Nacin Nstor Humberto Martinez existen suficientes pruebas que concluyen que otras dos personas habran participado en la alteracin de la escena del crimen.

El presunto homicida fue internado por la familia en una clnica de Bogot en donde hasta el lunes se recuperaba de una sobredosis de cocana, mientras que las autoridades recogan evidencias para poder emitir la orden de captura.

El propio desenlace de los hechos, la lentitud de las autoridades para capturar al presunto responsable pese a las evidencias, el uso de una clnica para ocultar al sospechoso, el silencio de algunos medios de comunicacin y el posible uso del poder como herramienta para perpetuar la impunidad, son los elementos que han indignado a los colombianos frente a este y a los miles de crmenes que se cometen al ao en Colombia contra los nios.

El asesinato de Yuliana no puede ser convertido en una estadstica ms por el hecho de formar parte de una comunidad desplazada y pobre. Este caso tiene que sacudir la estructura de la justicia para que los pedfilos y los asesinos de inocentes vayan a la crcel y paguen por los delitos y los dolores causados a esta sociedad que est harta de la violencia y de la impunidad.

El silencio de nuestros corderos se debe acabar, este horrendo crimen que a todos nos conmociona es un golpe para esta sociedad que necesita despertar del letargo, y entender que la poca feudal trmino hace siglos y que la justicia tambin debe operar para proteger en igualdad de condiciones a la niez ms pobre, a los desarraigados, a los despojados, a aquellos nios que no tienen voz.