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Posted: 2015-06-29T15:27:05Z | Updated: 2016-06-29T10:12:01Z Carta a un ciudadano americano: Sumisin | HuffPost

Carta a un ciudadano americano: Sumisin

Lentamente, Francia se transformar en un pas islmico, en el que las mujeres ya no usan falda, sino pantalones y con mucha frecuencia cubren su rostro con burka.
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En las elecciones de 2022 llega a la Presidencia de Francia el candidato de la Hermandad Musulmana, Mohammed Ben Abbes. El nuevo Presidente ha logrado ganar las elecciones con el apoyo de partidos de izquierda y de derecha, gracias a su aproximacin moderada al tema religioso.

Sin embargo, lentamente, Francia se transformar en un pas islmico, en el que las mujeres ya no usan falda, sino pantalones y con mucha frecuencia cubren su rostro con burka, y en el que los profesores de la Sorbona deben convertirse al Islam para continuar en sus cargos y gozar de buenos salarios, gracias a las donaciones del mundo rabe a la nueva universidad islmica francesa.

El ltimo libro de Michel Houellebecq, Sumisin, es genial e inquietante. Quienes hemos gozado de un mundo liberal, de relativa tolerancia por las ideas ajenas, de respeto a la libertad individual y de escasa intromisin de la religin en la vida civil, leemos el libro con una mezcla de horror y fascinacin.

Horror, porque al empujarnos un poco hacia el futuro, a la manera de Orwell o Huxley, Houellebecq nos dibuja un mundo en el que el poder religioso asfixia las posibilidades de los hombres, las reduce a escoger entre la sumisin o una rebelda sin esperanza.

Fascinacin, porque no hay nada que aparezca en la novela que sea exagerado: el mundo islmico francs del 2022 llega a nuestro cuarto de una manera fcil, obvia, casi necesaria.

En Colombia hay una figura robada del derecho francs: el Procurador General de la Nacin. Simn Bolvar la propuso en 1819 y ha hecho parte del ordenamiento jurdico colombiano desde 1830, con algunas interrupciones. En teora, la Procuradura representa a los ciudadanos frente al Estado, ejerce una funcin de prevencin que ha funcionado bastante bien en temas medio ambientales, por ejemplo; y vigila y castiga a los funcionarios pblicos corruptos.

Mohammed Ben Abbes me hizo pensar en Alejandro Ordez, el actual Procurador General de Colombia. Ordez es un seor gordo y casi calvo que cuando re muestra dos protuberantes caninos superiores. Es tambin un conservador radical, que defendi en su poca de concejal de su ciudad natal las llamadas "autodefensas", que se convirtieron en un enorme ejrcito de ultraderecha que, con la guerrilla contra la que combatan, desplazaron en Colombia casi 5 millones de personas y asesinaron a miles de personas.

Pens mientras lea Sumisin, que Colombia, que ha tenido hasta ahora gobiernos moderados, se encamina en las presidenciales de 2018 a un escenario peligroso: por la izquierda se presentar Gustavo Petro, actual alcalde de Bogot, un tipo incompetente y paranoico como Correa, Maduro y Evo, y que, como ellos, no soporta la libertad de prensa (vaya paradoja), la crtica, o la irreverencia en su contra; y por la derecha este seor ultra catlico que ha impedido que en Colombia se pueda poner en prctica real la Ley de Aborto, y que se opone, por ejemplo, a la Ley Antidiscriminacin que pide crcel para quien discrimine a una persona por razn de su raza, su religin o su preferencia sexual "porque a su juicio es contraria a la libre expresin y a la libertad religiosa de los discriminadores".

Isaiah Berlin cuenta, en The Crooked Timber of Humanity, que una de sus lecturas tempranas fue Guerra y Paz, de Tolstoi y que la obra lo afect profundamente. Desde entonces trabaj en encontrar una opcin diferente, una que permitiera la libertad y el enfrentamiento entre valores humanos, en cambio de la sumisin de unos en favor de otros. Berlin aprendi a desconfiar de los sistemas totalizantes, de las soluciones geniales que consisten en que alguien tiene la verdad revelada y para que esa idea articule a una sociedad se hace necesario sacrificar millones de personas.

"La misma nocin", dice Berln, "de una solucin final no es slo impracticable, sino, si estoy en lo correcto y algunos valores no pueden sino colisionar entre s, es tambin incoherente. La posibilidad de una solucin final -an si olvidamos el terrible sentido que estas palabras recibieron en la era de Hitler- es en realidad una ilusin; y una muy peligrosa. Pues en la medida en que uno cree que una solucin as es posible, no hay precio que sea demasiado alto para conseguirla: para que la humanidad sea feliz y creativa y armnica para siempre, cul sera un precio demasiado alto para pagar por eso? Para hacer esa omelette, con seguridad no hay lmite en el nmero de huevos a romper. Esa era la creencia de Lenin, Trotsky, Mao, y de todo lo que s, de Pol Pot."

Ese es sin duda el mal que aqueja an a Amrica Latina. La bsqueda de una solucin absoluta, por la pereza de tener que construir, paso a paso, las pequeas soluciones prcticas que en verdad cambian a las sociedades. La sumisin prevalece sobre la libertad.

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